Es doloroso como puedes amar tanto a una persona al punto de sacrificar tu tiempo, tu esfuerzo y tus emociones... todo por esa persona. Solo para que un día venga a menospreciar todo lo que hiciste. Como su hubieras cometido un crimen al amar tanto a una persona que hasta casi te pierdes a ti mismo. Como si estuviera mal rezar más por ellos que por ti. Como si no pudieran manejar el hecho de que alguien los quisiera tanto. Y la peor parte es que cuando te dicen que todo termina, no puedes hallar el porqué te enamoraste de la persona la primera vez. ¿Cómo puedes dejar de sentir algo cuando te aferraste a un futuro juntos? Se siente como si él pudiera escoger cuando querer o despreciar el cariño que le das. Y cuando te empiezas a dar cuenta de que la persona está cambiando, no sabes que hacer. Cada vez que intentas explicarte, te dicen que eres la culpable. Como si fueras la culpable de quererlos y ellos la víctima por recibir tal amor. Te dicen molesta simplemente por querer conservar ese lazo que los une y no querer perder a la persona. Porque, ¿Cómo les dices que si se pierden tu pierdes todo y sería su culpa? ¿Cómo hacer que alguien se quite la máscara que le impide sentir al corazón? ¿Cómo le dices a alguien que te lastima tanto a tal grado de que tu vida se cae a pedazos?
Mientras estoy parado en esta esquina viendo estos dos caminos unirse, de pronto me siento en paz. Tal vez sea porque a mis pies yace la intersección de dos caminos distintos uniéndose en un punto de vulnerabilidad. Tal vez sea porque es un recordatorio de tu y yo y el lazo de felicidad que una vez compartimos. Sin una preocupación en el mundo mis brazos envueltos alrededor de tu cuerpo para protegerte del frío. Dos almas calentándose por la compañía del otro. Dos corazones bailando en la lluvia alegremente. Dos mentes con lo mismo en mente. Tú querías que fuera tuyo y... yo quería que tu fueras mía. No lo sé, tal vez estoy loco. Tal vez el tiempo me ha jugado una mala pasada. Tal vez dejé de ver la belleza en las pequeñas cosas. Tal vez dejé de apreciar los regalos de la vida. Tal vez esto me supera. O tal vez extraño el contorno familiar de tu cuerpo debajo de las blancas sábanas de mi cama. No lo sé, tal vez esto es normal. Tal vez dejé de ser yo mismo después de que te fuiste. Tal ...
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